domingo, 20 de mayo de 2007

Testimonio de quien practica la danza - PARTE I*


Este año hize una encuesta con todas mis alumnas, y el tema era si la danza del vientre les había aportado algún cambio o no, a nivel físico y/o emocional.

Además de profundizar en qué la danza está beneficiando a quien la practica, me gustaría también avaliar con el pasar del tiempo (con las alumnas que danzan hace más tiempo) el tipo de beneficio que se nota.

Para eso les pedí que contestasen a una sencilla encuesta, sin tener que poner el nombre. Pero una de ellas se siente tan cambiada con la ayuda de la práctica de la danza del vientre, que quiso escribir más que una encuesta, me brindó con un testimonio íntimo y sincero de sus avances en su vida.

Con su autorización, os dejo a continuación con su declaración íntegra.



"La danza del vientre más que una danza
¡Hola!
Me llamo Dana, soy rumana y tengo 36 años.
En lo siguiente os voy a contar mi experiencia y como la práctica de la danza del vientre me ha ayudado a ser otra mujer, mejor dicho sentirme otra mujer por dentro y por fuera. A todas la chicas que queréis ser una mujer del siglo XXI me gustaría contagiaros con el virus de la danza oriental. Yo misma empecé por curiosidad, pero muy pronto me he enganchado. Para mi fue difícil soltarme a bailar. Me he criado en otro país (donde por cierto, la danza oriental no está bien vista), en una familia muy conservadora. Mis padres me han educado como para ser en la vida una medio-monja y por eso no tenía ni idea de hacer algún movimiento, no sabía bailar nada. Al principio no era capaz de hacer ningún movimiento porque me parecía todo muy exagerado, excesivamente sensual. Admiraba a Anne al verla bailando, pero bailar yo me parecía raro. Tenía una lucha muy grande en mi mente porque quería estar cómoda en la clase y no podía. Soy una mujer extrovertida, pero a la hora de hacer algún movimiento mi mundo se venía abajo. Después de unas pocas clases me he hecho las cuentas, y me he decidido a cambiar mi vida, a sacar fuera todos los prejuicios y luchar para ser feliz.
Aunque soy una mujer joven he pasado muchas cosas en la vida, durante años en mi matrimonio he sido una mujer maltratada verbal, sexual y físicamente. Claro que todo eso me ha afectado muchísimo. Ya llevo 6 años divorciada y en todo este tiempo he luchado para vencer dificultades, salir adelante, curar heridas y sobre todo cada día he hecho algo positivo para mí, para poner las bases de una nueva persona. Sola me he hecho un plan de marketing paso a paso para conseguir dejar atrás todo mi pasado y sentirme bien conmigo misma. Como os decía he empezado este camino hace 6 años, a partir de nada. Era una mujer acomplejada, con una autoestima baja, me veía tonta y fea. Aunque soy rubia con ojos azules y tengo 50 Kg yo no sólo me veía fea, sino que de una mujer extrovertida he llegado a ser cada vez más introvertida.
Por suerte tengo una voluntad de hierro, soy muy disciplinada, una luchadora incansable, siempre me pongo metas altas y tengo mucha determinación y una fe poderosa en Dios. Estos requisitos me han ayudado a no darme por vencida en las primeras clases. Poco a poco me solté a bailar y ¡sorpresa! No sólo he descubierto que me gusta, sino que soy otra mujer. No soy la mejor bailarina, a veces me siento torpe, me estoy liando porque estoy muy cansada y no puedo concentrarme, no tengo facilidad para coger el ritmo de la música. Pero da igual. Lo importante para mi es que hoy en día me siento guapa, segura de mi misma, sensual, más femenina y a gusto conmigo misma. Sin exagerar me siento como una reina. Me he acostumbrado a controlarme siempre la postura, estar recta y con la cabeza alta, sonreír de verdad casi siempre, moverme con gracia. Además he notado otros beneficios. Mi cuerpo está moldeándose, tengo menos centímetros en la cintura, me mantengo en el mismo peso comiendo de todo sin miedo que voy a engordar, soy más ágil y me puedo agachar con facilidad en cualquier posición (y esto me ayuda en el trabajo) y he aprendido a controlarme mejor los músculos. Además he conocido gente nueva y tengo unas compañeras estupendas. Entre todas lo pasamos bien en las clases.
Con todo lo que os he contado de mí podéis sacar vosotras las conclusiones. Mi situación no es envidiable. Soy extranjera, aunque las clases no cuestan mucho hay meses cuando me cuesta pagarlas porque tengo muchos gastos, tengo que trabajar casi todos los días más de 8 horas para poder mantenerme, para llegar a las clases salgo del trabajo después de 7 horas (muchas veces sin comer), y después de la clase me voy directamente al otro trabajo, cargada siempre con la bolsa en que llevo las zapatillas y el pañuelo, siempre corriendo de un sitio a otro. Pero entiendo que en la vida todas las cosas buenas sólo se pueden obtener a base de entrega, esfuerzo, sacrificio y motivación. Y yo quiero sacarle a la danza del vientre el máximo partido. No sólo quiero pasar un buen rato y divertirme, sino descubrir sus beneficios y aplicarlos en la vida real.
Sin duda alguna el siglo XXI es el siglo de las mujeres. Y ser mujer del siglo XXI no es ser medio-macho sino una mujer fuerte en todo, pero sin perder la sensualidad y feminidad. Sinceramente, os animo a todas a desarrollar con inteligencia las “armas de mujer”. Así nosotras nos sentiremos a gusto con nosotras mismas disfrutando de ser mujeres y los hombres que cada una tenemos en nuestras vidas se sentirán orgullosos y dichosos.
¡En este mundo hay leyes que no van a cambiar nunca!
“¡Dichosa sea la vid y la mujer! Los únicos regalos de la naturaleza que los pueden permitir tanto el rico como el pobre” (María Teresa, emperatriz de Austria)
Desde que este mundo existe el vino y la mujer han mareado al hombre y han cambiado su vida. Ya que en la Tierra es inevitable que vivamos hombres y mujeres, vamos a ser esta clase de mujer sensual, romántica y femenina.
La práctica de la danza del vientre nos ayudará a cada una a sacar fuera la mujer que llevamos dentro.
Todas las personas que quieran hablar conmigo personalmente o conocerme, o simplemente charlar sobre el tema de la danza del vientre pueden hacerlo a través de Annelise.

Con cariño para todas las mujeres del siglo XXI.
Dana (marzo de 2.007)"


¡¡Muchísimas gracias, Dana!! ¡Saber que he podido participar de por lo menos parte de toda esta transformación es lo mejor que podría esperar!

*Futuramente iré postando otras respuestas.